Una nota sobre el amor, ese que se elije, sin imponerse. Ese que viene cuando la gota de deseo esta a punto de caer, y entonces se vuelve mar, que a la vez, se vuelve oxigeno, rebalsandolo todo, incontinente.
Y no tengo miedo de perderte, porque estamos ya perdidos. El uno en el otro, el uno para el otro.
Seremos tantas cosas,
ardillas de prado
coyotes de duna,
sigilosa chispa inquietante de inspiración mutua.
Nos dibujaremos una sonrisa en el pecho.
Nos volveremos libres.
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