13.1.10

caeiro, amigo de spinoza.


No creo en Dios porque nunca lo he visto.
Si el quisiera que yo creyera en él,
seguro que vendría a hablar conmigo
y entraría por mi puerta diciéndome: ¡Aquí estoy!Pero si Dios es las flores y los árboles
y los montes y el sol y el luar,
entonces creo en él,
entonces creo en él a todas horas
y mi vida entera es una oración y una misa
y una comunión por los ojos y por los oídos.

Pero si Dios es las flores y los árboles
y los montes y el luar y el sol,
¿por qué llamarle Dios?
Le llamo flores y árboles y montes y sol y luar;
porque si él se hizo, para que yo lo viese,
sol y luar y flores y árboles y montes,
si se me aparece como árboles y montes
y luar y sol y flores
es porque quiere que lo conozca
como árboles y montes y flores y luar y sol.

Y por eso yo le obedezco
(¿qué más sé yo de Dios que Dios de sí mismo?),
le obedezco viviendo, espontáneamente,
como quien abre los ojos y ve,
y le llamo luar y sol y árboles y montes,
y lo llamo sin pensar en él,
y pienso en él viendo y oyendo,
y ando con él a todas horas.

(Fernando Pessoa, "Alberto Caeiro" poema de El cuidador de rebaños)

8.1.10

promesas sobre el bidet - charly garcia

Por favor no hagas promesas sobre el bidet
por favor no me abras más los sobres.
Por favor, yo te prometo te escribiré
si es que para de correr.
Por favor, sigue la sombra de mi bebé,
por favor, no bebas más, por favor no llorés.
Por favor yo te prometo te escribiré si es que para de llover.
Porque me tratas tan bien, me tratas tan mal
si sabés que no aprendí a vivir.
A veces estoy tan bien, estoy tan down.
Calambres en el alma,
cada cual tiene un trip en el bocho
difícil que lleguemos a ponernos de acuerdo.

6.1.10

desnudez

te reservaré la desnudez toda...
no mi voz; las voces que escucho en mi silencio, plurales, contradictorias.
no mis caricias, sino mi confusion corporal, sus cicatrices y sus historias.
Si amas todo eso, soy tuya, digna.
si sin embargo prefieres que te mienta, que te diga que soy una, entera,
impoluta y adecuada niña
tambien puedo.
basta con que no me veas, ni un segundo
y lo des por hecho.

2.1.10

quieto.

Si acaso preguntarse valiera como garantia...
pero no. solo puedo afirmar el momento. el espesor infame que me envuelve,
las amigdalas hinchadas por el silencio,
y yo, en medio de todo eso. derramandome por fuera de ambos gijarros,
hinchada de agua,
blanca
tieza.

corro sólo un riesgo.
el desarme del cuerpo desde el cuerpo.
mirarme al espejo y no verme.
disecar en el pasado la vieja piel
y aprenderme de nuevo.