26.12.10

objeto volador

chessneko

la escritura y la vida - gilles deleuze


Los libros hermosos están escritos en una especie de lengua extranjera.
—PROUST, Contre Sainte–Beueve


Escribir indudablemente no es imponer una forma (de expresión) a una materia vivida. La literatura se decanta más bien hacia lo informe, o lo inacabado, como dijo e hizo Gombrowicz. Escribir es un asunto de devenir, siempre inacabado, siempre en curso, y que desborda cualquier materia vivible o vivida. Es un proceso, es decir un paso de Vida que atraviesa lo vivible y lo vivido. La escritura es inseparable del devenir; escribiendo, se deviene–mujer, se deviene–animal o vegetal, se deviene–molécula hasta devenir–imperceptible. Estos devenires se eslabonan unos con otros de acuerdo con una sucesión particular, como en una novela de Le Clézio, o bien coexisten a todos los niveles, de acuerdo con unas puertas, unos umbrales y zonas que componen el universo entero, como en la obra magna de Lovecraft. El devenir no funciona en el otro sentido, y no se deviene Hombre, en tanto que el hombre se presenta como una forma de expresión dominante que pretende imponerse a cualquier materia, mientras que mujer, animal o molécula contienen siempre un componente de fuga que se sustrae a su propia formalización. La vergüenza de ser un hombre, ¿hay acaso alguna razón mejor para escribir? Incluso cuando es una mujer la que deviene, ésta posee un devenir–mujer, y este devenir nada tiene que ver con un estado que ella podría reivindicar. Devenir no es alcanzar una forma (identificación, imitación, Mimesis), sino encontrar la zona de vecindad, de indiscernibilidad o de indiferenciación tal que ya no quepa distinguirse de una mujer, de un animal o de una molécula: no imprecisos ni generales, sino imprevistos, no preexistentes, tanto menos determinados en una forma cuanto que se singularizan en una población. Cabe instaurar una zona de vecindad con cualquier cosa a condición de crear los medios literarios para ello, como con el áster según André Dhôtel. Entre los sexos, los géneros o los reinos, algo pasa. El devenir siempre está «entre»: mujer entre las mujeres, o animal entre otros animales. Pero el artículo indefinido sólo surge si el término que hace devenir resulta en sí mismo privado de los caracteres formales que hacen decir el, la(«el animal aquí presente»...). Cuando Le Clézio deviene–indio, es siempre un indio inacabado, que no sabe «cultivar el maíz ni tallar una piragua»: más que adquirir unos caracteres formales, entra en una zona de vecindad.[1] De igual modo, según Kafka, el campeón de natación que no sabía nadar. Toda escritura comporta un atletismo. Pero, en vez de reconciliar la literatura con el deporte, o de convertir la literatura en un juego olímpico, este atletismo se ejerce en la huida y la defección orgánicas: un deportista en la cama, decía Michaux. Se deviene tanto más animal cuanto que el animal muere; y, contrariamente a un prejuicio espiritualista, el animal sabe morir y tiene el sentimiento o el presentimiento correspondiente. La literatura empieza con la muerte del puerco espín, según Lawrence, o la muerte del topo, según Kafka: «nuestras pobres patitas rojas extendidas en un gesto de tierna compasión». Se escribe para los terneros que mueren, decía Moritz. La lengua ha de esforzarse en alcanzar caminos indirectos femeninos, animales, moleculares, y todo camino indirecto es un devenir mortal. No hay líneas rectas, ni en las cosas ni en el lenguaje. La sintaxis es el conjunto de caminos indirectos creados en cada ocasión para poner de manifiesto la vida en las cosas.

Escribir no es contar los recuerdos, los viajes, los amores y los lutos, los sueños y las fantasías propios. Sucede lo mismo cuando se peca por exceso de realidad, o de imaginación: en ambos casos, el eterno papá y mamá, estructura edípica, se proyecta en lo real o se introyecta en lo imaginario. Es el padre lo que se va a buscar al final del viaje, como dentro del sueño, en una concepción infantil de la literatura. Se escribe para el propio padre–madre. Marthe Robert ha llevado hasta sus últimas consecuencias esta infantilización, esta psicoanalización de la literatura, al no dejar al novelista más alternativa que la de Bastardo o de Criatura abandonada. Ni el propio devenir–animal está a salvo de una reducción edípica, del tipo «mi gato, mi perro». Como dice Lawrence, «si soy una jirafa, y los ingleses corrientes que escriben sobre mí son perritos cariñosos y bien enseñados, a eso se reduce todo, los animales son diferentes... ustedes detestan instintivamente al animal que yo soy». Por regla general, las fantasías de la imaginación suelen tratar lo indefinido únicamente como el disfraz de un pronombre personal o de un posesivo: «están pegando a un niño» se transforma enseguida en «mi padre me ha pegado». Pero la literatura sigue el camino inverso, y se plantea únicamente descubriendo bajo las personas aparentes la potencia de un impersonal que en modo alguno es una generalidad, sino una singularidad en su expresión más elevada: un hombre, una mujer, un animal, un vientre, un niño... Las dos primeras personas no sirven de condición para la enunciación literaria; la literatura sólo empieza cuando nace en nuestro interior una tercera persona que nos desposee del poder de decir Yo (lo «neutro» de Blanchot).[2] Indudablemente, los personajes literarios están perfectamente individualizados, y no son imprecisos ni generales; pero todos sus rasgos individuales los elevan a una visión que los arrastran a un indefinido en tanto que devenir demasiado poderoso para ellos: Achab y la visión de Moby Dick. El Avaro no es en modo alguno un tipo, sino que, a la inversa, sus rasgos individuales (amar a una joven, etc.) le hacen acceder a una visión, ve el oro, de tal forma que empieza a huir por una línea mágica donde va adquiriendo la potencia de lo indefinido: un avaro..., algo de oro, más oro... No hay literatura sin tabulación, pero, como acertó a descubrir Bergson, la tabulación, la función fabuladora, no consiste en imaginar ni en proyectar un mí mismo. Más bien alcanza esas visiones, se eleva hasta estos devenires o potencias.

No se escribe con las propias neurosis. La neurosis, la psicosis no son fragmentos de vida, sino estados en los que se cae cuando el proceso está interrumpido, impedido, cerrado. La enfermedad no es proceso, sino detención del proceso, como en el «caso de Nietzsche». Igualmente, el escritor como tal no está enfermo, sino que más bien es médico, médico de sí mismo y del mundo. El mundo es el conjunto de síntomas con los que la enfermedad se confunde con el hombre. La literatura se presenta entonces como una iniciativa de salud: no forzosamente el escritor cuenta con una salud de hierro (se produciría en este caso la misma ambigüedad que con el atletismo), pero goza de una irresistible salud pequeñita producto de lo que ha visto y oído de las cosas demasiado grandes para él, demasiado fuertes para él, irrespirables, cuya sucesión le agota, y que le otorgan no obstante unos devenires que una salud de hierro y dominante haría imposibles.[3] De lo que ha visto y oído, el escritor regresa con los ojos llorosos y los tímpanos perforados. ¿Qué salud bastaría para liberar la vida allá donde esté encarcelada por y en el hombre, por y en los organismos y los géneros? Pues la salud pequeñita de Spinoza, hasta donde llegara, dando fe hasta el final de una nueva visión a la cual se va abriendo al pasar.

La salud como literatura, como escritura, consiste en inventar un pueblo que falta. Es propio de la función fabuladora inventar un pueblo. No escribimos con los recuerdos propios, salvo que pretendamos convertirlos en el origen o el destino colectivos de un pueblo venidero todavía sepultado bajo sus traiciones y renuncias. La literatura norteamericana tiene ese poder excepcional de producir escritores que pueden contar sus propios recuerdos, pero como los de un pueblo universal compuesto por los emigrantes de todos los países. Thomas Wolfe «plasma por escrito toda América en tanto en cuanto ésta pueda caber en la experiencia de un único hombre». Precisamente, no es un pueblo llamado a dominar el mundo, sino un pueblo menor, eternamente menor, presa de un devenir–revolucionario. Tal vez sólo exista en los átomos del escritor, pueblo bastardo, inferior, dominado, en perpetuo devenir, siempre inacabado. Un pueblo en el que bastardo ya no designa un estado familiar, sino el proceso o la deriva de las razas. Soy un animal, un negro de raza inferior desde siempre. Es el devenir del escritor. Kafka para Centroeuropa, Melville para América del Norte presentan la literatura como la enunciación colectiva de un pueblo menor, o de todos los pueblos menores, que sólo encuentran su expresión en y a través del escritor.[4] Pese a que siempre remite a agentes singulares, la literatura es disposición colectiva de enunciación. La literatura es delirio, pero el delirio no es asunto del padre–madre: no hay delirio que no pase por los pueblos, las razas y las tribus, y que no asedie a la historia universal. Todo delirio es histórico–mundial, «desplazamiento de razas y de continentes». La literatura es delirio, y en este sentido vive su destino entre dos polos del delirio. El delirio es una enfermedad, la enfermedad por antonomasia, cada vez que erige una raza supuestamente pura y dominante. Pero es el modelo de salud cuando invoca esa raza bastarda oprimida que se agita sin cesar bajo las dominaciones, que resiste a todo lo que la aplasta o la aprisiona, y se perfila en la literatura como proceso. Una vez más así, un estado enfermizo corre el peligro de interrumpir el proceso o devenir; y nos encontramos con la misma ambigüedad que en el caso de la salud y el atletismo, el peligro constante de que un delirio de dominación se mezcle con el delirio bastardo, y acabe arrastrando a la literatura hacia un fascismo larvado, la enfermedad contra la que está luchando, aun a costa de diagnosticarla dentro de sí misma y de luchar contra sí misma. Objetivo último de la literatura: poner de manifiesto en el delirio esta creación de una salud, o esta invención de un pueblo, es decir una posibilidad de vida. Escribir por ese pueblo que falta («por» significa menos «en lugar de» que «con la intención de»).

Lo que hace la literatura en la lengua es más manifiesto: como dice Proust, traza en ella precisamente una especie de lengua extranjera, que no es otra lengua, ni un habla regional recuperada, sino un devenir–otro de la lengua, una disminución de esa lengua mayor, un delirio que se impone, una línea mágica que escapa del sistema dominante. Kafka pone en boca del campeón de natación: hablo la misma lengua que usted, y no obstante no comprendo ni una palabra de lo que está usted diciendo. Creación sintáctica, estilo, así es ese devenir de la lengua: no hay creación de palabras, no hay neologismos que valgan al margen de los efectos de sintaxis dentro de los cuales se desarrollan. Así, la literatura presenta ya dos aspectos, en la medida en que lleva a cabo una descomposición o una destrucción de la lengua materna, pero también la invención de una nueva lengua dentro de la lengua mediante la creación de sintaxis. «La única manera de defender la lengua es atacarla... Cada escritor está obligado a hacerse su propia lengua...»10 Diríase que la lengua es presa de un delirio que la obliga precisamente a salir de sus propios surcos. En cuanto al tercer aspecto, deriva de que una lengua extranjera no puede labrarse en la lengua misma sin que todo el lenguaje a su vez bascule, se encuentre llevado al límite, a un afuera o a un envés consistente en Visiones y Audiciones que ya no pertenecen a ninguna lengua. Estas visiones no son fantasías, sino auténticas Ideas que el escritor ve y oye en los intersticios del lenguaje, en las desviaciones de lenguaje. No son interrupciones del proceso, sino su lado externo. El escritor como vidente y oyente, meta de la literatura: el paso de la vida al lenguaje es lo que constituye las Ideas.

Estos son los tres aspectos que perpetuamente están en movimiento en Artaud: la omisión de letras en la descomposición del lenguaje materno (R, T...); su recuperación en una sintaxis nueva o unos nombres nuevos con proyección sintáctica, creadores de una lengua («eTReTé»); las palabras–soplos por último, límite asintáctico hacia el que tiende todo el lenguaje. Y Céline, no podemos evitar decirlo, por muy sumario que nos parezca: el Viaje o la descomposición de la lengua materna; Muerte a crédito y la nueva sintaxis como lengua dentro de la lengua; Guignol's Bandy las exclamaciones suspendidas como límite del lenguaje, visiones y sonoridades explosivas. Para escribir, tal vez haga falta que la lengua materna sea odiosa, pero de tal modo que una creación sintáctica trace en ella una especie de lengua extranjera, y que el lenguaje en su totalidad revele su aspecto externo, más allá de la sintaxis. Sucede a veces que se felicita a un escritor, pero él sabe perfectamente que anda muy lejos de haber alcanzado el límite que se había propuesto y que incesantemente se zafa, lejos aún de haber concluido su devenir. Escribir también es devenir otra cosa que escritor. A aquellos que le preguntan en qué consiste la escritura, Virginia Woolf responde: ¿Quién habla de escribir? El escritor no, lo que le preocupa a él es otra cosa.

Si consideramos estos criterios, vemos que, entre aquellos que hacen libros con pretensiones literarias, incluso entre los locos, muy pocos pueden llamarse escritores.


[1] Le Clézio, Haï, Flammarion, pág. 5. En su primera novela, Le proces–verbal, Ed. Folio– Gallimard, Le Clézio presentaba de forma casi ejemplar un personaje en un devenir–mujer, luego en un devenir–rata, y luego en un devenir–imperceptible en el que acaba desvaneciéndose.

[2] Blanchot, La part du feu, Gallimard, págs. 29–30, y L'entretien infini, págs. 563–564: «Algo ocurre (a los personajes) que no pueden recuperarse más que privándose de su poder de decir Yo.» La literatura, en este caso, parece desmentir la concepción lingüística, que asienta en las partículas conectivas, y particularmente en las dos primeras personas, la condición misma de la enunciación.

[3] Sobre la literatura como problema de salud, pero para aquellos que carecen de ella o que sólo cuentan con una salud muy frágil, vid. Michaux, posfacio a «Mis propiedades», en La nuit remue, Gallimard. Y Le Clézio, Haï, pág. 7: «Algún día, tal vez se sepa que no había arte, sino sólo medicina.»

[4] Vid. las reflexiones de Kafka sobre las literaturas llamadas menores, Journal, Livre de poche, págs. 179–182 (Diarios. Lumen, 1991); y las de Melville sobre la literatura norteamericana, D'oü viens–tu, Hawthorne?, Gallimard, págs. 237–240.

22.12.10

libros que leí en el 2010 (y me gustaron)

Filosofía:
Jean Luc Nancy - El Olvido de la Filosofía
Maurice Blanchot - La Comunidad Inconfesable
Sergio Givone - Historia de la Nada
Gilles Deleuze - Dos Regimenes de Locos
Gilles Deleuze - La Isla Desierta
Giorgio Agamben - Infancia e Historia

Literatura:
Minae Mizumura - Una Novela Real
Werner Herzog - Conquista de lo Inutil
Patti Smith - Eramos unos niños
Klaus Kinski - Yo Necesito Amor

libros 2009

21.12.10

surfaces ii

surfaces

the verge of my surfaces, my de-fence.

and I,
a countless drip of me all

a gush, a spout.
of countless fogs
and rains
and foams.


leaking. out of order.
and the world drinking.

facing odds ii

facing odds

(the face of god)

sometimes, in this verge between two intensities; two radical possibilities facing each other in oddity... I become.

a flycatcher. a clowd.
a paralytic that runs in dreams.
a scrudge.

defeat the wave of forces within me
or let me defeat your tides.

and when I see such epiphany. so sublime taste of grace
I draw back, not with tears
but with haste.

Collage






16.12.10

huella


de esas genialidades de la vida:
en la ventana del pasillo que da a mi departamento vi una mancha blanca. tenia pinta de pelotazo pero era casi imposible por la altura. me acerque y vi esto. una paloma se estrelló y dejo su huella. me imagino que se aplastó cual acordeón, porque se nota el pico, la cabeza, el cuerpito y las alitas.
para mi es algo bello y me alegró la vida un monton.

23.11.10

frenesi de las mascaras





Jorge Diciervo, Nannina Rivarola y Belén Asad, en una clase de Arte, tomando el té cual Alicia en el país.

5.11.10

nodos

eso que veíamos de lejos
es el territorio por el cual caminamos,
now.

somos pocos,
nos conocemos todos
y estamos haciendo.

3.11.10

de las minorias - deleuze

"Las minorías no se distinguen de las mayorías numéricamente. Una minoría puede ser más numerosa que una mayoría. Lo que define a la mayoría es un modelo al que hay que conformarse: por ejemplo, el Europeo medio, adulto, masculino, urbano... En cambio, las minorías carecen de modelo, son un devenir, un proceso. Podría decirse que nadie es mayoría. Todos, de un modo u otro, estamos atrapados en algún devenir minoritario que nos arrastraría hacia vías desconocidas si nos decidiéramos a seguirlo. Cuando una minoría crea sus modelos es porque quiere convertirse en mayoría, lo que sin duda es necesario para su supervivencia o su salvación (tener un Estado, ser reconocido, imponer sus derechos). Pero su potencia procede de aquello que ha sabido crear y que se integrará en mayor o menor medida en el modelo, sin depender nunca de él. El pueblo siempre es una minoría creadora que permanece como tal aun cuando alcance una mayoría: las dos cosas pueden coexistir, ya que no se experimentan en el mismo plano. Los mejores artistas (no los más populistas) apelan a un pueblo, y constatan que les “falta el pueblo”: Mallarmé, Rimbaud, Klee, Berg."

15.10.10

lejos

Vivias el presente para generar un pasado al cual añorar. Lo vivias a su vez mirando hacia él, casi ausente, con la atencion necesaria para que en el futuro presente, pudieras añorar lo que ya no es.

Desde acá todo se ve a traves de un paño lo suficientemente transparente como para generar la ilusión de que estás aquí, a mi lado. Pero lo que escapa de tu boca; de tus gestos corporales, llega empañado, de otro tiempo, para otro tiempo. No este.

Nos recordarás. Y tal vez, desde lejos, pueda sentirte, por primera vez, entero.

22.9.10

la huida imposible

“Fotografiamos cosas para ahuyentarlas del espíritu.
Mis historias son una forma de cerrar los ojos.”

Franz Kafka

Fotos: Belén Asad

Textos: Diego Singer

Dicen que lo que tienta es la piel, que es el cuerpo. Que allí somos llamados, que hacia allí volvemos. Que buscamos la comunión en la complicidad de la desnudez, como un abandono mutuo e informe en el extenso territorio de la piel, en su cartografía. Ver los torsos, ver la piel, esa es la trampa, porque ella es ceguera, confusión de los contornos y de los múltiples planos de lo epidérmico, invitación a la oscuridad.

Dicen, también, que la mirada es lo profundo. Que es así, que somos incapaces de sostenerla con nuestros propios ojos, tal sería su pesada carga. Están también éstos, los muchos que erróneamente creen que la mirada –la que se indica a sí misma, la que evidentemente no puede ocultarse- es la tentación. De ese lugar deberíamos querer huir, de la maldición de ser mirados, del juego especular de la reflexión.

Habladurías. No es en la superficie de la piel, no en la profundidad de la mirada donde aparece la tentación. Ella está en lo que irremisiblemente retorna. En la insistencia de lo que aparece sin descanso atravesando las arquitecturas que deberían protegernos: puertas, ventanas, muros, persianas. Aquello que retorna puede estar en cualquier plano, no aquí o allá, superficial o profundo, no, su majestad es el poder de lo ubicuo. Lo que nos acecha –la tentación- no puede estar nunca en uno u otro lado. Un fantasma es aquel que ya no está pero es sobre todo aquel que no abandona jamás su morada.

Dirá Derrida velando en uno de sus textos a Roland Barthes: “Ese concepto del fantasma es tan poco aprehensible, en persona, como el fantasma de un concepto. Ni la vida ni la muerte, sino el asedio de uno por el otro”. Todo aquello que va tomando forma, que se deja entrever una y otra vez, como una mancha de humedad en la pared cada vez distinta, única, la misma. Allí donde no la esperamos, allí donde anhelamos reencontrarla.

algo en el aire

Hay algo en el aire hoy que me trae recuerdos-sensación que no logro especificar. Algo en el clima, en los sonidos del día, en los colores...

miedo animal


El Momo conoció una perrita. Su tamaño y color, haciendo juego con los de él, hicieron que pierda el miedo. Tal vez tambien influyó su sexo, y el hecho de estár más asustada que él gato.
Cosas de animalitos. Se huelen, como los seres humanos.

El problema apareció despues. Una bola de pelos negra, pequeña y alegre, entró corriendo a la casa directo a él. Era un perrito macho y no le gustó nada. Se fue a esconder detrás de las plantas con cara de gato de Shreck. (Eso me dijeron)

Luciano lo rescató de su escondite y lo llevó a nuestro cuarto a ver una peli hasta que los perros y sus dueños, que venían a hacerse unas fotos, se fueron.
Cuando salió, hizo una inspección por todo el hogar, oliendo y frotandose, marcando su territorio otra vez. Despues de unas horas, vino a acostarse con nosotros, ya sin miedo.

Los de planta baja del edificio de al lado tienen un perrito desde ayer. Y ladra. Cada vez que el Momo lo escucha, para las orejas, antes no lo hacía cuando escuchaba perros. Ahora sí. La amenaza y sus triggers ha sido implantada. El miedo. La paralisis. Y ese ladrido itinerante que le hace recordar a cada paso a esa bola negra de pelos.

Momo, todo va a estar bien, te prometo que no va a entrar ningun perro acá, nunca más.
Lo acaricio. Te entiendo tanto. Esos ladridos son para vos, lo que para mi son tantos sonidos e imágenes... La amenaza sobrevuela. Y si te la olvidas, te hace recordar desde lejos... con detalles.

Le tengo mas miedo a esos recordatorios que al hecho en sí. Y vos seguro que tambien. Perro más bueno y tarado que ese no debe existir. Hasta te fue a saludar moviendo la cola para jugar. Y vos cagado en las patas, con esa caripela de gato de Shreck. Si. Porque tener miedo te hace revolver el estomago. Es como instantaneo. Tambien me pasa.

Vos tambien te haces el guacho pistola en tu habitat, pero si salis de casa me arañás toda con tus abrazos mameros. Ah, y me llenás toda de pelos por tu piel gallinacea que te empompa. En casa te das el lujo de hacerte el canchero cuando vienen visitas, demostrando tus habilidades gimnásticas, nos despertas a la noche tirando cosas sin el más minimo decoro o culpa...

Tu esfera cristalina de seguridad Momo
es mi Burbuja brillante de protección.

pero para vos, que te abrase y te lo diga es de mariquita, así que te escribo. Sos tan adolescente como cualquiera. Haciendose el Tigre para esconder a la ratita miedosa que todos llevamos dentro. You are not alone. Así que abracemonos un ratito. No te prometo nada a futuro, pero tampoco pensemos en eso.

21.9.10

16.9.10

streetstyle by ted polhemus – book launch and exhibition



30th September – 31st October

PYMCA in coincide with The Book Club are delighted to announce the launch of the new edition of the legendary book, Streetstyle by Ted Polhemus.
The Streetstyle exhibition and book launch will feature images from the book as well as showcasing a series of talks and discussions with Ted and guests about the past, present and future of Street Style and subcultural fashion.


Private view Thursday, 30th of September from 6pm till 2am
at The Book Club >100 Leonard Street > EC2A 4RH

The night will also feature a great line up of special guest DJ’s
An exclusive print raffle, visual by Ricardo Corsini and much more..

RSVP to: streetstyle@pymca.com

For more info click here and here .

20.8.10

solitud

y me quedo en lo mudo de mis silencios
me deshojo por dentro
incoherente.

pero te vas
y sin razon lloro

soy lo invisible
lo atravesable
estoy aquí,
y en ninguna parte.

15.8.10

pecera de hielo

la mujer se despereza, se desmorona, columpia sus brazos hasta que tocan el suelo.
el suelo está humedo. se moja su risa; se vuelve inerte.

una pecera de hielo descongelandose.
a varios metros, una bombilla de luz colgante en un vaivén.

30.7.10

streetstyle - Ted Polhemus

El 30 de septiembre (día de mi cumpleaños!!!) se reedita el legendario libro del Ted Polhemus (el gurú de la moda urbana), StreetStyle. Su primer versión, editada en 1994, fue, como dice Chloe Sevigny de The New York Times, mi biblia. Años mas tarde, pude fundar este blog, inspirada en ese libro y con la indispensable ayuda y bendición del mismisimo autor.
El libro ha sido aumentado y corregido. Contiene una mayor cantidad de material fotográfico que incluye varias de las fotos que figuran en este blog. El encargado de la edición es "PYMCA photographic youth music culture", a su vez agente de las fotografías incluídas en el libro, de los archivos de Ted Polhemus, Paul Hartnett y míos, entre otros. Pueden acceder a las incontables galerías sobre cultura joven en www.pymca.com. Bastíon para cualquiera interesado en tribus urbanas, estilos musicales y estilo urbano.
Ese mismisimo día, se hará una exhibición de los archivos de PYMCA en londres, uk. Si están por allí, pasen y vean.

Pre-orders:

www.pymca.com

www.tedpolhemus.com


28.7.10

extrañamiento

Aquél de pluma hábil se atreve. Toma el mando y deposita en una escritura diurna, todo aquello que deja restancia; huecos-apertura, en este caos-cosmos con infulas apolineas, en los cuales poder rasquetear. Aquel vil rasqueteo caótico, revelando pompas por doquier.

Apolo se entumece, se disgrega, se pregunta qué es estar En el mundo, y sin soportar una nada como respuesta, se reconstituye a sí mismo, se da forma, se maquilla y sale a cazar.

Y allí, nosotros, fieles a la imagen.

18.7.10

hierba

Extraño la brisa de otoño, la despreocupada estela de ojas surcando el espacio.
Hay cantares de antaño que no recuerdo,
pajaros diestros enmudesidos por la hierba,
que ajena, como la nada, repta.


Fue hace decadas. Tu amenaza sonora penetró indómita. Recorriendo ( ... )

innocence

...Some are Born to sweet delight,
Some are Born to Endless Night...

W. Blake

12.7.10

de blanco.

los llevaron las aguas
los pintó de blanco

fueron las aguas
mecedoras
de la entrega
del alma y del cuerpo

una barca
un candelero.

lejos de esfumarse
se volvieron eternos.


a mis amigos Bob y Roy.

18.6.10

sobre el sistema medico actual

el sistema falla en estos puntos:

los medicos recetan drogas sin antes hacer estudios al paciente pertinentes a las contraindicaciones y reacciones adversas del producto en si. Un simple ejemplo: las pastillas anticonceptivas de venta libre están contraindicadas para las personas que tienen algun tipo de trombofilia, porque los estrogenos aumentan el nivel de hipercoagulacion de la sangre. Antes de recetar entonces pastillas, debería hacerse este estudio. A sí mismo, las personas que quieren quedar embarazadas o que ya lo están, deberían ser estudiadas por lo mismo, porque el embarazo tambien produce estrogenos y puede llevar a abortos espontaneos, preeclampsia, still birth y muerte materna.
Por otro lado, ciertas drogas psiquiatricas pueden generar problemas geneticos en los bebes, si son suministradas a la madre durante el embarazo o al padre en el momento de concebir, tambien traen problemas cardíacos, respiratorios gástricos y hematológicos y mas en personas propensas a algun tipo de enfermedad del estilo.
Si vamos a algo mas comun: alergias. en todo prospecto se aclara que no debe ser suministrado a personas que son alergicas al producto... pero tampoco se hacen pruebas previas... te las dan sin más.
El hecho de que no sean casos generales no significa que este tipo de procedimientos no afecten a las minorias. La medicina no debe ser una ciencia general, sino particular y holistica a nivel individual.

yo opto por no tomar nada salvo extrema necesidad: por ejemplo, infeccion, enfermedad terminal, etc. solo quiero aconsejar que lean prospectos, presten atencion al cuerpo, y en caso de embarazo, haganse todos los estudios posibles previos, hasta esos que ni te dicen que existen. EXISTEN y salvarían vidas de ser hechos.

15.6.10

tv snapSHOTS

psi.

el problema de la gente que hace psicoanalisis freudiano es que en vez de hablar sobre lo que deberían cambiar ellas mismas para mejorar, hablan de lo que deberían cambiar los que están a su alrededor.
el psicoanalisis solo refuerza egos, la maquinita del yo yo yo, el bastión de la complacencia.

(cuan mas felices podemos ser al dar, al estar al servicio del otro, y al intentar ser mejores cada día, por nosotros y para los otros...)

12.6.10

statement?

soy agnóstica. creo en cosas que mantengo en suspención hasta que se demuestren, o su contrario.
soy empirísta, no creo, sé. o busco saber.
saber para mí, es experimentar. y no me importa que los otros no experimenten lo mismo que yo.
soy subjetivista. si para mí algo es de un modo, no me interesa que se vuelva regla general, ni religión. es mío. es mi verdad.
soy funcionalista. si (un pensamiento, una idea, una creencia) sirve, good!

tambien soy stubborn a muerte, me paralizo cuando tengo miedo, me encanta tener razon y soy extremadamente vaga en las cosas que me embolan hacer.

11.6.10

dr. house

Dr. House es Quirón, el caballito que sana a todos, pero no puede autocurarse a si mismo su pata rota.