"El sol no había nacido todavía. Hubiera sido imposible distinguir el mar del cielo, excepto por los mil pliegues ligeros de las ondas que le hacían semejarse a una tela arrugada. Poco a poco, a medida que una palidez se extendía por el cielo, una franja sombría separó al cielo del mar, y la inmensa tela gris se rayó con grandes líneas que se movían debajo de su superficie, siguiéndose una a otra, persiguiéndose en un ritmo sin fin."
Virginia Woolf, Las Olas
"El era libre, pero infinitamente, hasta el punto de no sentir su peso sobre la tierrra. Y le fataba ese peso de las relaciones humanas que entorpece la marcha, las lágrimas, las despedidas, los reproches, las alegrías, todo lo que un hombre acaricia o rompe una vez que esboza un gesto, los millares de ataduras que lo ligan a los demás y le hacen sentir que pesa. Pero sobre Bark pesaban ya mil esperanzas."
Antoine de Saint-Exupery, Tierra de Hombres
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