16.11.08
lo mudo compartido
Esa tarde le hubiera gustado decirle que le hiciese el amor, que no importaba que sólo hubieran pasado escasos días desde el acontecimiento que marcaba hoy su vientre con una prolija línea morada.
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Ese día la enfermera confundió mi pastilla con una de anti-parkinson. Se lo hice notar, y trajo la correcta.
Pero mi temblor era de miedo, y ya no se manifestaba. Era el sacudido de la sangre tensa, la incomunicable actividad subterránea regenerándose.
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Lo había sostenido cuando aún no pesaba, desde su más primitivo devenir, y ahora debía soltarlo. Su mano abarrotada se destensó con un tenue llanto soltando el papel. Lo dejaba partir.
En ese momento la mano quedó libre y reconoció otra mano, aquella mano que había estado a su lado siempre, la reconocía. Con esa mano le había devuelto el color y la salud a su cara púrpura del miedo. Era la mano que había surcado su cuerpo con delicadeza, dibujando estelas invisibles en sus más finos pliegues y sutiles prominencias en tantas noches, en tantos días. Eran las manos amadas reencontradas, fortalecidas, uniéndose, esta vez concientes, hacía la vida.
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Sus ojos brillan. Cuando brillan puedo verme en ellos como cuando me miro en un arroyo fresco y vivo.
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A veces hace falta desvestirme a golpes de todos los sueños, de todas las proyecciones; de todas las ilusiones, para poder ver con claridad los cálidos colores del amor, la suave brisa de un sincero entendimiento, la vitalidad en una risa compartida. Y cuanto más ciertas y potentes pueden ser estas mínimas impresiones junto al ser amado, cuanto más fuertes, cuando por fin desnudos en alma nos encontramos.
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Si pudiese agradecer sólo una cosa, podría acaso ser esa? Que el devenir de la vida sea la respuesta afirmativa a esa pregunta.
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Reconozco una sutil resistencia a aceptarlo. Aún mi cuerpo no se adecua a la inefable soledad de un vientre vacío y unos pechos desbordándose sin boca que alimentar. Hay belleza en el dolor. La belleza más triste que el amor haya engendrado jamás.
Para seguir leyendo: Cuaderno Medico
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