sobre las horas que no pasan, salvo cuando estoy dormida, y pasan cosas geniales, como por ejemplo, dibujar sobre vidrio con fuego junto a un amigo ingles.
...
de golpe plaf!
un bodoque. un aire frio que te deja bizco de dolor.
dormir 19 horas.
por la ventana entran gritos, tambien viento tenue y algo de luz intermitente.
ya no se si cambiaría mi sangre por amor.
probablemente ya no sería amor, sería un sombrero.
entonces asomarse por la ventana y beber el drama vespertino. guiñarle un ojo al aire, reirse un poco con él. reirse del drama,
reirse de uno mismo, reirse del cuerpo, reirse del guionista. pero todo bien. por lo pronto escribo, mas adelante no se.
por lo pronto...
estoy endurecida. aburrida. me aburre todo. me da risa. me encierro un rato. en algun sentido me siento libre. elegir el amor por sobre la sangre.
es que libertad y soledad a veces van de la mano.
habrá que esperar sentado.
acostado.
dormido.
a que el mundo de vueltas y me despierte de un sacudon diciendome:
ya esta. ya podes salir. quizas quizas, las filosofías ya sean otras.
o no, y tenga que dormirme sobre las alas de un gorrión galactico, que me lleve a dar vueltas siderales por ahí.
se vive con la fecha de caducidad en la mano. tanto miedo a morir nos hace comprar leche pasteurizada, "larga vida". necesitamos de esas palabras: larga vida. no importa que ya para ese entonces, nos estemos alimentando de hologramas.
por que sí, es una gran danza bufonezca. una gran joda con cara de rinoceronte mal herido.
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