Si supieras lo que te extraño. Pero no, no podes verme así.
Así de ajada.
Me atraviesan dagas de culpa
lanzas de verguenza
y de cada surco el desespero
brota sin más.
El tiempo se agota,
y no tengo fuerzas para quitarme lo que me subyuga.
No, no podes verme así
Prefiero que me recuerdes ilesa
Y si acaso alguna vez sano
correré a tu encuentro
para tal vez encontrarte ya disuelto
y ajeno.
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