Silencio! Que aquí llegan... harto el lugar de criterios, lo mudo invadió lo que se creía insoslayable. Como lanzas empuñadas cortaron la imagen en medio de olas caóticas de sangre. La locura latente y el instinto furtivo supieron morir para renacer en un sin fin de cuerpos oxidados y almas en pena.
Y aun así se acerca. Aun así llegara el día donde correrá como agua. Centenares de ojos muertos presenciaran lo que nadie se atreve a nombrar y caerán ausentes de toda sombra. Silencio! Ellos acechan...
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